Consejos para hacer fotos a tus mascotas

¿Has intentado alguna vez hacer fotos a tu mascota? A priori puede parecer una tarea sencilla, pero si lo has intentado habrás visto que no es tan fácil como parece. Los retratos de mascotas tienen cosas en común con los bebés o los niños pequeños. Ese factor de descontrol en las sesiones hace que no siempre puedas hacer las fotos como te gustaría. 

Planificar tu sesión es un elemento fundamental en este tipo de fotografía. Contarás con un tiempo limitado antes de que la mascota se canse de la sesión fotográfica, y si no eres ordenado, es probable que no cumplas con tus objetivos.

Procura que esté cómoda: los perros, gatos y demás mascotas tienen un cierto parecido a los bebés y a los niños pequeños. Son impredecibles en su comportamiento, y en la medida que estén tensos, la sesión no funcionará.
Por este motivo, trata de no incomodar a la mascota.
Una manera de que se sienta más cómoda si se encuentra fuera de su entorno habitual es contar con algún elemento que use para sus juegos.

Trata de recoger su personalidad: Simplemente los ojos o las orejas pueden transmitir muchísima información a la hora de hacer retratos a mascotas. Dedica un poco de tiempo al principio a observar al animal y rápidamente descubrirás cual es su estado de ánimo durante la sesión. Y con ello, trata de sacar lo mejor de sus expresiones.

Utiliza la luz natural: las fotos hechas con luz natural simplifican el control de nuestro equipo, haciendo que no nos tengamos que preocupar más que por nuestra cámara y la propia mascota. Procura que la luz no incida directamente sobre el animal para que no genere sombras indeseadas y si puedes, evita el flash.

Ponte a su nivel: Muchas veces tendemos a hacer las fotos de pie, con la cámara a la altura de nuestros ojos. Si estamos fotografiando una mascota, seguramente hacemos esa foto mirando con nuestra cámara hacia abajo. Prueba a agacharte con tu cámara y ponte a la misma altura que el animal. Con ello conseguirás reforzar la sensación de cercanía con él.

Ten paciencia. Prepárate psicológicamente para la ocasión, respira hondo, cuenta hasta diez y… ¡a hacer buenas fotos!